sábado, 13 de noviembre de 2010

Misa en la Parroquia de la Sagrada Familia


     El domingo pasado recibimos en la Parroquia de la Sagrada Familia de Molina de Segura, una visita muy especial, la de Maria Francisca Martínez Morillas, la hija menor de Don Francisco Martínez García. Aunque tiene 85 años de edad no podemos decir de ella que sea una anciana, puesto que se conserva estupendamente, y hace gala de un porte físico y de una lucidez mental propias de una persona de muchos años menos. Más tarde me he enterado de que Mª Francisca es miembro de la Institución Teresiana, y de que ha viajado a lo largo de su vida por muchas partes del mundo desarrollando las labores educativas propias del carisma de esta comunidad. Al conocer este dato he recordado el hecho de que, cuando era pequeña Mª Francisca solía asistir de vez en cuando, junto a sus padres y sus hermanas, a ceremonias en las que se daban cita representantes de la política y la cultura no sólo de la Región de Murcia sino del resto de España, como por ejemplo aquel homenaje que recibió su padre en el antiguo Teatro Vicente de Molina a manos de sus paisanos con motivo de su nombramiento como alcalde de la ciudad de Murcia. A él asistieron todas las grandes personalidades regionales de la época y el matrimonio junto con sus hijas ocupó un palco de honor. Todo esto nos da una idea de la cantidad de experiencias acumuladas que debe de tener la hija de D. Francisco.

     Al final de la Misa, tomó la palabra y agradeció a la Parroquia los esfuerzos que se están realizando para mantener viva la memoria de su padre, del que ella conserva aún tan vivos recuerdos, a pesar del tiempo transcurrido y de que sólo tenía once años cuando lo asesinaron. "Quizá sea por todo lo que habló después con su madre" le comenté cuando ya estábamos fuera de la iglesia. Al finalizar la Eucaristía nos retratamos al pie del altar el párroco D. Alberto Guardia y un servidor con gran parte de la familia murciana de D. Francisco Martínez, allí reunida. Después aproveché para conversar, entre otros con Manuel Martínez, sobrino de nuestro Mártir molinense y otorrino de profesión, que me contó muchas cosas interesantes respecto del interior de la Parroquia de la Asunción antes de ser quemada en la guerra. Un interior que fue fotografiado por su padre D. Jesús, hermano de D. Francisco y farmaceutico muy conocido en nuestro pueblo. También hablamos de la imagen original de Nuestra Señora de la Consolación que se veneraba en su Ermita y que también fue destruida en la guerra. Al parecer era una talla antiquísima y, aunque D. Jesús trató de fotografiarla igualmente en previsión de lo que pudiera ocurrir, nunca obtuvo el permiso para hacerlo. Sin embargo, Mª Francisca aún conserva una estampa de esta Virgen que su padre llevaba siempre con él. A todos los que tengáis curiosidad por verla os la mostraré en próximas entradas de este blog. En la foto que inicia esta entrada Mª Francisca es la que esta en el centro junto al párroco.

Pedro Almela

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