miércoles, 9 de febrero de 2011

¡ Virgen Santísima !

     En el libro Conoce tu tierra, escrito en 1980 por Manuel Arnaldos Pérez, viene recogido un fragmento de una carta escrita por la madre de Francisco Martínez García al menor de todos sus hijos, Juan de la Cruz, que estaba interno en el seminario de Murcia en aquellos momentos (año 1925).

     En esta carta Doña Paca relata una experiencia que ella vivió junto a su marido, y que interpretó, al igual que el resto de los testigos presentes, como un signo milagroso de la Virgen de la Fuensanta.

     Los hechos ocurrieron el día 9 de junio del año 1889, festividad del Sagrado Corazón de Jesús (en la actualidad Murcia celebra el día de la Región también un 9 de junio). Miles de personas, procedentes de "más de cuarenta pueblos" partieron en romería a los Santuarios de la Fuensanta y de la Luz situados en la llamada Cordillera Sur de la ciudad de Murcia. Desde Molina de Segura salieron un gran número de fieles entre los que se encontraban Doña Paca y Don Juan, padres de FMG, junto con vecinos, amigos y el resto del pueblo. La mamá de Don Francisco se encontraba, en esos momentos embarazada de cinco meses de él, por lo que su participación en la romería suponía aquel año un gran sacrificio para ella. Y más aún si tenemos en cuenta que sus dos anteriores embarazos habían terminado con la trágica muerte de los recién nacidos. Uno de ellos tres días después de nacer y el otro a los nueve meses. No es de extrañar que, en aquella ocasión los papás de Don Francisco pidiesen a la Virgen su especial protección para el pequeño bebé.

     Después de estar casi toda la noche lloviendo, el cielo amaneció lleno de nubes y los caminos embarrados y cubiertos de enormes charcos. Todo el mundo esperaba un día lluvioso, como había sido el anterior, sin embargo a medida que iban transcurriendo las horas el cielo seguía nuboso y el calor se hacía más y más intenso, creándose entre las multitudes una angustiosa sensación de bochorno. Tanto es así que a las 11 de la mañana, durante el sermón principal, varios asistentes, quizá personas mayores o enfermos entre los que se encontraba también Doña Paca, en su avanzado estado de gestación clamaron desesperados a la Virgen con estas palabras:

     "¡Virgen Santísima!, estos pobrecitos han venido de lejos para obsequiarte y tienen mucho calor; haced que se corran un poco las cortinas "

     Entonces, según el testimonio de Doña Paca, el cielo comenzó a despejarse y el viento sopló para alivio de las muchedumbres. Luego se enteraron, por los peregrinos que habían ido de madrugada al monte, que la Virgen también había parado las intensas lluvias ante la oración suplicante de la gente la noche anterior.

     Es muy probable que Francisco Martínez conociese también esta bonita historia y años más tarde, cuando la Santísima Providencia quiso que él fuese el principal anfitrión en la Ceremonia de Coronación de la Virgen de la Fuensanta y el porteador de su Corona; escribiría con entusiasmo:

    "La Virgen de la Fuensanta, la gloriosa Patrona de Murcia, que derramó a manos llenas los prodigios y los favores sobre el pueblo fiel "  Página 1 del Suplemento de la verdad, con motivo de las fiestas de la Coronación de la Virgen. Abril de 1927.  

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